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Al poco tiempo de terminar los alimentos, hay personas que, literalmente, sienten que quieren más.


Por Redacción Fitness

Un artículo en el Washington Post sobre alimentación reveló que algunas personas padecen hambre todo el tiempo, pero muchas veces no saben porqué.

Algunas de las razones podrían ser:

  1. El cuerpo piensa que está en una hambruna. El cuerpo tiene mecanismos biológicos para evitar que el peso caiga por debajo de su punto de ajuste, es decir, el rango de peso genéticamente predispuesto a mantener, ya sea que esté experimentando hambruna o que una dieta muy estricta le esté mandando ese mensaje, por ello aumenta el apetito. Es decir, es un mecanismo de defensa, por así decirlo.
  2. Podrían faltar proteínas. De los tres macronutrientes, los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas, la proteína contribuye más a la saciedad, pero eso no significa que deba excederse en proteínas, necesita la variedad nutricional de los tres macronutrientes, pero asegurarse de incluir algo de proteína en cada comida y refrigerio puede mantenerlo satisfecho por más tiempo.
  3. La microbiota intestinal no es lo suficientemente diversa. Su intestino y los microbios que habitan en él actúan como un "mini cerebro" que influye, entre otras cosas, en el estado de ánimo, el apetito y los antojos de alimentos. Aproximadamente 20 minutos después de una comida, ciertas bacterias envían señales de saciedad, pero si no hay una gran variedad de macrobiota, este mecanismo puede fallar.
  4. No durme lo suficiente. Los resultados de un estudio de 2015 publicado en la revista Sleep Medicine sugieren que la pérdida del ciclo de sueño puede llevar a un mayor apetito. Si tiene menos de seis horas de sueño, tome nota: el ciclo REM final comienza alrededor de la marca de las seis horas. Así que a dormir lo mejor posible.
  5. Comer con mayor frecuencia. La frecuencia ideal de comidas proporcionará energía constante durante todo el día y permitirá pasar hambre lo suficiente entre las comidas para que sienta que está listo para comer una comida nutritiva, pero no tan hambriento que esté listo para comer lo primero que vea. Es decir, pequeños bocados ayudarán a controlar el hambre.

Los anteriores son sólo algunos de los aspectos que considera Carrie Dennett, una experta nutricionista en Estados Unidos, pero recuerde que "cada caso es un caso" y si el problema es serio lo mejor es acudir con un nutriólogo, para que revise su estilo de vida y lo que está provocando que coma de más.