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Un postre no debe ser alto en calorías para ser rico y apetitoso.


Escrito para fitness por Montserrat Astigárraga Serra

Rara vez se desprecia un postre, sin embargo lo que sí es muy frecuente es escogerlo con mucho chocolate, crema, y servir una porción muy generosa o repetir la ración.

Los postres son platillos ricos y confortables, ya que al ser altos en calorías y azúcares simples, proveen una gran cantidad de energía y aumentan la producción de serotonina, un neurotransmisor involucrado con la placidez y serenidad.

Por otro lado, se sugiere consumir este tipo de preparaciones con moderación, ya que es frecuente caer en excesos de energía y subir de peso con facilidad.

Actualmente la presión por verse de lo mejor es más fuerte y provoca que se evite a toda costa este tipo de platillos o al contrario; se cae en momentos de compulsión consumiéndolos frecuentemente y en cantidades abundantes.

Lo que es verdad es que un postre no debe de ser alto en calorías para ser rico y apetitoso, si se aprende a comer y a disfrutar de otro tipo de sabores y texturas más naturales, se podrá comer siempre lo que se te antoje sin el temor a ganar peso o a alimentarte de forma inadecuada.

Unos buenos ejemplos de esto son:

Es importante mencionar que se puede incluir en la dieta pastelitos, helados, flanes o pays de vez en cuando, no se trata de castigarse, simplemente de saber consumirlos con control y disfrutar de la cantidad adecuada.

Sin embargo hay que ir cambiando gustos y preferir las opciones que antes se mencionaron, así siempre se comerán platillos al gusto, de muy buena calidad y nunca sentirá que se priva de alimentos.

Actualmente en E.U. existe la tendencia de la “dieta antienvejecimiento” y consta exactamente de incluir diariamente frutas y verduras en cantidades abundantes así que no lo pienses y cuida tu cuerpo con un buena alimentación sana y deliciosa.