Aprender a nadar para mí fue poco fácil.


 Por Antonia García Gómez

Les comparto mi experiencia al inscribirme a natación, motivada por mi hija Laura Leticia a quien en primera instancia le debo el haber descubierto esta forma de ejercitarme, ya que gracias a su insistencia aprendí a nadar.

También debo el logro de mi objetivo al profesor José Cárdenas por instruirme.

Como a muchos de ustedes, el ejercicio que más me agradaba practicar eran clases de aeróbicos combinándolas con ejercicio de resistencia.

El agua para nada llamaba mi atención, después de un incidente en mi infancia cuando una compañerita me sumergió la cabeza y además de la desesperación tragué agua. Este incidente generó mi terror al agua el cual me duró hasta que  inicié clases de natación.

El haber encontrado a un profesor como José Cárdenas de la Acuática Nelson Vargas del Valle, me ayudó a superar el miedo y a gozar del agua ya que gracias a su exigencia, paciencia y motivación aprendí a nadar, ¿cuándo me lo iba a imaginar?

Cómo me acuerdo de las primeras clases, cuando no podía ni introducir la cabeza al agua porque sentía que me estaba ahogando, o cuando pasé a la fosa y con mucho esfuerzo y de “perrito” llegué con lágrimas en los ojos y diciéndolo a José, no puedo, definitivamente no puedo... El me contestó que sí podía que ya había recorrido la fosa y que venciendo el miedo lo iba a lograr.

Ese día salí de la Acuática y le comenté a mi hija y hermano Jesús, definitivamente esta es la última semana que vengo, voy a terminarla haber si aguanto esta presión que siento, ya que mi objetivo era aprender, pero sobre todo ejercitarme. A lo que asintieron ya que me veían estresada.

Así que terminé la semana y otra y otra, mejorando la técnica y disfrutando ahora sí de la natación, aunque a veces era fuerte la rutina. Todo esto gracias a mi perseverancia y apoyo de Pepe seguí y aprendí la ejecución de este ejercicio.

Comparto esto con todas aquellas personas que al igual que yo en algún momento el miedo les ha impedido disfrutar de algo, ya que una vez más me he demostrado que querer es poder y que siempre hay alrededor nuestro, personas con las que podemos contar para lograr nuestro objetivo.

Los beneficios obtenidos

  • eliminación de un miedo
  • disfrutar con la familia la natación, cosa que antes no sucedía solamente los veía
  • bajar de peso
  • tomar un curso de acuaeróbicos
  • bajar el estrés, ya que estar dentro del agua es relajante
  • practicar uno de los ejercicios más completos

Así que no permitas que el miedo, la edad o el sobrepeso te inhiba e impida que aprendas a nadar o cualquier otro deporte que te guste, lo puedes lograr y la satisfacción es enorme y los beneficios mayores.

Recuerda que el ejercicio ayuda a que obtengas un mejor estilo de vida, quiere a tu cuerpo, ponte en movimiento.

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