El ejercicio con resistencia es ideal para trabajar grupos musculares específicos.


Por Antonia García Gómez

¿Estás tratando de convertirte en un monstruo de piernas flacas y brazos musculosos? ¿Intentas obtener un glúteo fuerte y combinarlo con un abdomen protuberante? ¿No? ¿Y qué crees que estás haciendo cuando te ejercitas a medias? Sí, a medias, ¿por qué? Porque no le estás dando importancia a todos tus grupos musculares.

Los músculos se dividen en agonistas y antagonistas, es decir, cada músculo tiene su contraparte y debes ejercitarlos por igual. Por ejemplo, si estás fortaleciendo el bíceps, deberás trabajar el tríceps con la misma intensidad y frecuencia, y así deberás hacerlo con cada grupo muscular.

Para saber que músculo es antagonista del que se está trabajando, observa cuál es el que realiza todo el esfuerzo y cuál se relaja durante el esfuerzo: el que se ejercita con más fuerza es el agonista, y el que se relaja es el antagonista.

Te proporcionaré algunos grupos musculares que deberás trabajar el mismo día, pon mucha atención y ve conociendo más tu cuerpo:

Músculos agonistas

Músculos antagonistas

Bíceps

Tríceps

Hombro (deltoides)     

Dorsales (laterales de la espalda)

 

Pectorales

Trapecio (parte superior espalda)

Abdomen

Espalda baja (lumbares)

Glúteo

Iliopsoas (flexores de la cadera)

Cuadriceps

Isquiotibiales (bíceps femoral)

Abductores

Aductores

Gastrocnemios (pantorrilla)

Tibiales (parte delantera de la pantorrilla)

Para obtener un buen balance muscular es recomendable el trabajo con implementos, ya que puedes ejercitar tus músculos por grupos y repartir este entrenamiento a lo largo de la semana. Si no asistes a un centro de entrenamiento, puedes obtener poco a poco tus implementos de carga y ejercitarte en casa, te menciono algunos:

  • pelota de gel
  • ligas
  • mancuernas
  • hacerlos, por ejemplo, llenar botellas de plástico con agua o arena y utilizarlas como mancuernas…

Otra forma de balancear tu ejercicio es cuando combinas lo aeróbico con lo anaeróbico, así estarás trabajando dos sistemas de entrenamiento que se complementan. Por ejemplo, tu rutina con implementos de resistencia combinada con una rutina de ejercicio aeróbico, como caminar.

Recuerda que practicar una actividad física es un hábito que te proporciona varios beneficios tanto en el ámbito fisiológico como psicológico.

No olvides, cuida tu cuerpo, que es tu casa...

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