Aprender a comer te ayudará a mantenerte en peso aún si comes fuera de casa.


Escrito para fitness por Ileana Aguilar Cervantes

Este texto no pretende sustituir una consulta nutricional, simplemente son consejos prácticos para evitar en lo posible los excesos cotidianos de calorías y de comida poco sana.

Llevar un régimen saludable de alimentación hoy en día, no es algo sencillo pero tampoco algo que no se pueda llevar a cabo.

Las largas distancias que se tienen que recorrer para llegar del trabajo a casa y viceversa son la causa de que no se pueda ir a comer al hogar y poder comer más saludable.

Para que aguantes hasta la hora de la comida, desayuna bien en casa y siempre trae contigo una fruta o un yogurt, una barrita de fibra etc. Para que no comas demasiado cuando llegue la hora. Lo mismo puedes hacer para antes de la cena.

Cuando se tiene poco tiempo para comer, normalmente se decide por lo más rápido y económico; siendo a veces la comida como las pizzas, hamburguesas, pollo frito etc. la primera elección. Este tipo de comida ahorra tiempo en su adquisición y consumo pero no calorías. Evita a toda costa la comida rápida.

Las hamburguesas, bocadillos y pizzas tienen gran cantidad de grasa e hidratos de carbono que perjudican al organismo, ya que son lo opuesto a una dieta sana y equilibrada. Si se tiene que recurrir a este tipo de establecimientos, siempre que sea en contadas ocasiones, o bien tener en cuenta otras opciones como ensaladas.

Acude a lugares donde la comida esté preparada de manera más casera es decir en donde se ofrezcan “comidas corridas” y que no estén preparadas con tanta grasa. Para evitar exceder el consumo de grasa en estos sitios evita los alimentos fritos, empanizados o capeados prefiriendo siempre platillos asados, cocidos al vapor o hervidos. En los menús se puede hacer una elección más sana. Por ejemplo, normalmente en el menú de comida corrida se ofrece:

  • Sopa de verduras o caldo de pollo (normalmente servido con arroz)
  • Arroz o espagueti
  • Guisado de algún tipo de carne con verduras o milanesa empanizada
  • Sandía o helado de chocolate.

Solicítalo así:

  • Sopa de verduras
  • Arroz
  • Guisado
  • Sandia

Evita el pan, ya que el arroz que por lo regular rebasa la cantidad de ½ taza, en este ejemplo de menú, ocupará todo los alimentos del grupo de los cereales que necesitas para ese día. Si un día se te antoja comer pan, no incluyas el arroz.

Beber agua

Debes preferir el agua a los refrescos. Este tipo de bebidas están muy azucaradas, y además tienen gas, que no favorece la buena digestión. Los licores de sobremesa provocan somnolencia y no son adecuados si tienes que regresar a trabajar.

Limita el consumo de postres: un café, una infusión o una pieza de fruta de temporada será la mejor opción para acabar bien una comida.

Adquirir el hábito de comer siempre a la misma hora y dedicarle al menos 40 minutos, será ideal, así se evitará comer de prisa sin apenas masticar, lo que produce mala digestión.

Si haces de la comida un momento agradable y de una animada charla con compañeros o amigos, conseguirás por un momento olvidarte de las tensiones laborales.

Un paseo hasta el trabajo

Camina después de comer, no termines y vayas inmediatamente a sentarte en tu lugar, proponle a tus compañeros dar una breve caminata para evitar el sueño que se produce normalmente después de comer.

Donde ir a comer

Un local con mucho público no sólo es indicativo de que la comida que sirven es buena, sino garantiza que los menús se consumen diariamente y no servirán platillos preparados el día anterior. Evita los lugares donde la higiene no se cuide, sobre todo en verano, porque se corre el riesgo de sufrir gastroenteritis o salmonelosis si se consumen salsas, huevo o pescado.

No es recomendable comer en aquellos restaurantes donde los alimentos estén recalentados o que se cocinen con el aceite que se usa para todo tipo de alimentos. Si un plato caliente se sirve frío es mejor rechazarlo, ya que significa que se ha dejado enfriar al aire, con el riesgo de que las bacterias se reproduzcan.

Por la noche...

Normalmente la única comida que se puede controlar al 100% es la cena, así que procura que sea ligera. Como ensaladas con frutas, o cualquier cosa ligera que complemente la comida del resto del día.

¿Qué hacer si te invitan a comer o cenar?

Si es una persona de confianza pregúntale si puedes llevar una ensalada. De esta forma, si la comida es muy grasosa tu podrás probarla pero también comerás algo saludable que te ayudará a sentirte satisfecho.

Si el anfitrión no es de tanta confianza, come lo más ligero posible durante todo el día para que a la hora que estés en el evento puedas comer casi cualquier cosa sin afectar demasiado el régimen que estás llevando.

Como te diste cuenta, no hay pretexto para no elegir los alimentos que sean sanos, siempre habrá una opción en el menú que puedas ingerir.

No olvides que cada persona tiene diferentes necesidades calóricas de acuerdo a sus actividades diarias por lo que es importante que acudas con un especialista que te planee un régimen especializado y personalizado y de esta forma mantenerte saludable.

Scroll to top