Proveer a tu cuerpo de lo que necesita, lo ayuda a estar saludable.


Escrito para Fitness por Ana Cecilia Becerril

Como en todo proceso digestivo, los alimentos que ingerimos son transformados por diversas sustancias conforme avanzan por el tubo digestivo, y las proteínas no son la excepción.  

Las proteínas que ingerimos deben ser transformadas por acción enzimática en aminoácidos para poder ser absorbidas por el organismo. A nivel de la boca, las proteínas no sufren transformación alguna.

En el estómago comienza la digestión de las proteínas. Allí la enzima pepsina ataca el colágeno presente en las carnes. El colágeno es la sustancia que hace el papel de "cemento", uniendo las fibras musculares entre sí. En otras palabras, facilita el trabajo de las enzimas que le seguirán. 

Por acción de las enzimas pancreáticas: tripsina, quimiotripsina y carboxipeptidasa, las peptonas y los polipéptidos de gran tamaño, se transforman en polipéptidos más pequeños.

Estos péptidos son luego transformados por las enzimas intestinales peptidasas en tripéptidos y dipéptidos. Estas últimas moléculas entran a las células que revisten el intestino y allí son transformadas en aminoácidos, sustancias que ahora si son capaces de pasar a la sangre y posteriormente formar parte de la estructura molecular.

Las proteínas son consideradas como los ladrillos del organismo. Son indispensables para el crecimiento, reparación y formación de tejidos conjuntivos. También aportan energía al organismo en el caso de no haber consumido otras fuentes energéticas como carbohidratos y grasas. Las proteínas están compuestas de grupos pequeños conocidos como los aminoácidos. Existen 20 aminoácidos y nuestro organismo es capaz de producir la mitad de estos. Los restantes aminoácidos son referidos como esenciales. Esto indica que para producir proteínas, necesitamos encontrar una fuente alimenticia de determinado ácido.

Dependiendo de la edad y otras condiciones, podemos determinar que existen alrededor de ocho o nueve ácidos esenciales, los cuales el mismo organismo los puede fabricar, pero para contar con los demás, es importante el consumo de proteínas.

Por lo tanto podemos resumir que tanto carbohidratos y proteínas, son energía libre y fácil de utilizar, pero en caso de no gastarla, se puede acumular, convirtiéndose en grasa. Pero la grasa, aunque es la que más energía puede darnos, en caso de no obtener carbohidratos y proteínas de la dieta, esta no se puede convertir, por lo que el cuerpo se ve en la necesidad de auto consumirse, utilizando el reservorio muscular. Provocando una atrofia del tejido muscular y aumentando el volumen de la grasa corporal.

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