Es importante seguir el tratamiento y mantenimiento, además de buenos hábitos como el ejercicio y nutrición.


Escrito para Fitness por Ana Cecilia Becerril

El tratamiento de base de la celulitis, si no va acompañado de un cambio de hábitos y de un control de los factores predisponentes, nunca será un tratamiento brillante, nunca dejaremos de enfatizar la importancia que tiene la suma del control de todas estas pequeñas cosas.

La celulitis es una enfermedad crónica, por lo tanto en raras ocasiones se obtiene una curación total, siempre serán reducciones de volumen y mejoras del aspecto celulítico de la piel.

Si se abandona el tratamiento una vez obtenidos los resultados más o menos esperados, y no se sigue un tratamiento conservador y un control de los factores predisponentes poco a poco, se volverá a instaurar la patología que presentaba anteriormente.

Sin embargo cuando se consigue el modificar hábitos y entender la realidad del problema se puede controlar con mayor eficacia obteniendo así resultados más duraderos.

El tratamiento lo dividiremos en dos, en preventivo y los complementarios:

El tratamiento preventivo está enfocado a modificar hábitos alimenticios, a mejorar la higiene en el vestir, modificar la actividad física y evitar sedentarismo, técnicas antiestrés, quitar los hábitos tóxicos (alcohol, tabaco y café), regular el transito intestinal y darle un tratamiento a los factores patológicos asociados como la obesidad, alteraciones hepáticas, renales, circulatorias, tiroideas, etc.

El tratamiento complementario actualmente es muy amplio y muy variado. Existen en el mercado una gran diversidad de tratamientos que ayudan a mejorar el trofismo celular, aumentando el flujo circulatorio y mejorando el tono muscular.

Todos estos tratamientos utilizados correctamente y de forma combinada según el tipo de celulitis nos aportaran una valiosa ayuda en la terapéutica, pues la experiencia nos dice que entre más multifactorial sea el tratamiento mejor respuesta terapéutica obtendremos.

Por mencionar algunas tenemos:

Iontoforesis: se trata de penetrar a través de la piel productos aplicados tópicamente, gracias a la polaridad y utilización de una corriente galvánica de muy baja frecuencia

Gimnasia pasiva: estimulación muscular por medio de la aplicación de corrientes excitomotoras las cuales producen una contracción muscular semejante a la producida por el ejercicio físico voluntario.

Ultrasonidos: oscilaciones ultrasónicas con una frecuencia superior a la del sonido audible cuyos efectos fisiológicos son, térmicos, tróficos, metabólicos, vasodilatadores principalmente.

Magnetoterapia: tratamiento mediante campos magnéticos fijos o variables que ayudan a aumentar el metabolismo celular con efectos analgésicos, relajación muscular, antiinflamatrios, antiestrés.

Termoterapia: es el empleo terapéutico del calor con aplicaciones troficas, analgésicas, anticontracturante y antiflogístico.

Ozonoterapia: el ozono es la forma alotrópica del oxigeno y se obtiene por irradiaciones sobre el oxigeno de alguna energía. Las propiedades más importantes son la oxigenación tisular y celular, oxidante, tonificante, vasodilatador arteriolar.

Presoterapia: método fisioterapéutico para mejorar edemas venosos y linfáticos realizando un masaje circulatorio con el que se activa la circulación de retorno y mejora los fenómenos vasculares asociados a la celulitis.

Láser: provoca una estimulación en la producción de colágeno y apertura de capilares provocando una revascularización de la zona, mejora el edema y aumenta el trofismo y normaliza la microcirculación de gran ayuda en el tratamiento de la celulitis.

Electro lipólisis: método mixto y es una alternativa a la liposucción.

Mesoterapia: técnica de administración de medicamentos vía intradérmica a muy bajas dosis a nivel loco regional con la finalidad de obtener efecto farmacológico y estimulación física.

Carboxiterapia: Es un método no quirúrgico el cual consiste en el uso terapéutico del gas dióxido de Carbono (CO2) por vía percutánea o por inyección subcutánea.

Otros tratamientos: endermologia, drenaje linfático, vendas frías, hidroterapia, talasoterapia, sauna y baños de parafina, fitoterapia.

Tratamientos quirúrgicos: lipoescultura, lipoescultura ultrasónica.

Corresponde a la paciente y al médico decidir cual es el método más indicado.

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