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Lo más simple de hacer, como beber agua diariamente, pueden evitar que enferme tu cuerpo.

Escrito para Fitness por Ana Cecilia Becerril

¿Qué es una piedra (o cálculo) de riñón?

Una piedra o cálculo renal es de un material duro y cristalino formado en el riñón o en el tracto urinario. El tamaño de estas piedras puede variar de uno milímetro a varios centímetros de diámetro. En algunos casos, aparece una sola piedra y, en otros, más de una. Normalmente, afecta a personas de más de treinta años y, en general, aparece con mayor frecuencia en los hombres que en las mujeres.

Las piedras de riñón normalmente provocan la aparición de sangre en la orina (muchas veces invisible al ojo humano, sólo detectable por medio de análisis microscópico de la orina) y dolor en el costado, en el abdomen o en la región inguinal. Se dan en una de cada veinte personas alguna vez durante sus vidas son, por tanto, bastante habituales.

Cuando se forma una piedra pequeña en el riñón, puede desprenderse y salir al exterior junto con la orina sin provocar dolor. Pero, si la piedra es mayor, puede quedarse atrapada en uno de los uréteres, en la vejiga o en la uretra, bloqueado el flujo de orina y causando un dolor intenso, a este cuadro de dolor se llama cólico nefrítico.

En la mayoría de los casos, no es posible averiguar las causas precisas de la aparición de estos cálculos. No obstante, el desarrollo de piedras en el riñón se relaciona con la disminución de la cantidad de orina producida por beber poca cantidad de líquidos o el incremento de la excreción de elementos que forman piedras como calcio, oxalato, xantina o fosfatos.

En general, los síntomas más habituales son los siguientes:

¿Qué factores facilitan el desarrollo de las piedras de riñón?

Algunos de los factores que predisponen a padecer esta enfermedad son ingerir pocos líquidos, realizar ejercicios continuados sin beber lo suficiente, tomar medicamentos que causan un incremento del ácido úrico o padecer gota (artritis hereditaria por exceso de ácido úrico en la sangre).

Otros factores son la disminución en el volumen de orina por deshidratación o exceso de calor, una dieta inadecuada con demasiado calcio o con carencia de calcio, una historia familiar de piedras de riñón, consumo excesivo de alcohol, reposo en cama durante un largo periodo.


El contenido de los cálculos puede ser:

Los cálculos renales además de los dolores que provocan, pueden ocasionar otras complicaciones. Al descender las piedras por los uréteres se puede producir una obstrucción que podría derivar en una infección, o en daño para el riñón que podría requerir su extirpación quirúrgica. Asimismo, esta infección se puede extender a la sangre (sepsis).

¿Cómo se previenen los cálculos renales?

Una de las soluciones en la que coinciden más médicos es la más simple: beber agua suficiente para que la orina salga clara.

Algunos médicos pueden pedir al paciente que introduzca ciertos cambios dietéticos, que deben ser personalizados. En ocasiones es preciso complementar el tratamiento con medicamentos.

Se realiza el tratamiento del dolor sobre todo en el cólico nefrítico, mediante analgésicos, aumento de la ingestión de agua, dieta blanda y reposo.

En la mitad de los casos el cálculo se expulsa antes de 15 días, y en la mayoría antes de los 2 meses.

Si la expulsión no se da espontáneamente se puede realizar:

Las medidas preventivas son necesarias ya que la mitad de las personas que han sufrido un cálculo, vuelven a tener otro antes de 10 años.