Los síntomas del cáncer de riñón son muchos y variados. En cada individuo se pueden presentar de una forma u otra. Los más comunes son:

  • Sangre en la orina
  • Pérdida de peso rápida e inexplicable
  • Dolor en la parte baja de la espalda
  • Pérdida del apetito
  • Hinchazón de los tobillos y las piernas
  • Masa o bulto en el abdomen
  • Fatiga
  • Fiebre recurrente (que no se debe a un catarro o la gripe)
  • Hipertensión arterial (menos frecuente)
  • Anemia (menos frecuente)
  • Dolor constante en uno de los costados. El síntoma más común es la aparición de sangre en la orina. Puede ocurrir que aparezca sangre visible un día y otros no. Pero la sangre no siempre es visible. Puede ser que sólo se detecte en un análisis de sangre en un chequeo médico de rutina. El tumor puede causar un dolor suave en los costados o en la espalda. También puede generar procesos de hipertensión arterial o generar un número anormal de glóbulos rojos.

Los síntomas se pueden presentar de repente. No obstante, como en el resto de cánceres, el cáncer de riñón puede causar un sentimiento general de mala salud. Las personas que sufren esta enfermedad pueden sentirse débiles, cansadas, sin apetito, etc. Otros pueden perder peso, o tener procesos febriles que aparecen y desaparecen. No obstante, todos estos síntomas también pueden deberse a otras enfermedades menos graves, por lo que, en cualquier caso, se debe acudir a un urólogo para un diagnóstico definitivo.

¿Cómo se diagnostica un cáncer de riñón?

La presentación clínica del cáncer de riñón es muy variable. Actualmente, entre un 40 y un 50 por ciento de los tumores de riñón se diagnostican mediante la realización de una ecografía en el transcurso de una revisión médica rutinaria, cuando el tumor todavía no ha provocado ningún síntoma. En otras ocasiones, se diagnostican tras la visita del paciente que tiene los síntomas clínicos que puede provocar el tumor.

Además del examen físico y el seguimiento de un historial médico completo, los procedimientos para diagnosticar el cáncer de riñón pueden incluir los siguientes:

  • Exámenes de laboratorio de sangre y orina
  • Urografía intravenosa: Se trata de una serie de radiografías de los riñones, uréteres y vejiga después de inyectar un medio de contraste en la vena para detectar tumores, anomalías, cálculos en los riñones o cualquier obstrucción y para evaluar el flujo sanguíneo renal.
  • Angiografía renal (llamada también arteriografía). Consiste en una serie de rayos X de los vasos sanguíneos renales después de inyectar un medio de contraste a través de un catéter colocado en los vasos sanguíneos renales para detectar cualquier señal de obstrucción o anomalías que afecten al suministro de sangre a los riñones.
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