Que no sea un pretexto la causa de que enfermes hoy o el día de mañana.


 Por Antonia García Gómez

La salud de un gran porcentaje de mexicanos se ha deteriorado por los malos hábitos. Las razones son variadas. Por lo que a ti te corresponde ¿te interesa tu salud?

Por la rutina diaria, llámese estudiar, trabajar o ambas, llevar a los niños a la escuela, por mencionar algunas de las actividades que puedes llevar a cabo en un día. Se dice que no hay tiempo para dedicarle a cuidar la salud  o mejor aun, prevenirse de enfermedades. ¿Pero qué más importante que tu salud? Recuerda que ésta se deteriora y en muchas ocasiones, ya no hay retroceso.

El cuerpo humano es una máquina extraordinaria que se protege hasta más no poder de nuestros ataques, pero como todo, llega el momento en que se enferma y es cuando comienza a dar señales, dolor de cabeza, articulaciones, rodillas, náuseas, por mencionar algunos síntomas. ¿Por qué descuidarlo?

¿Haz hecho la suma de las horas que en realidad utilizas al día? ¿Cuántas horas del día son productivas? ¿En qué las utilizas? ¿A qué horas las utilizas? ¿En dónde las utilizas? ¿Cómo las utilizas?

¿Consideras que una hora de tu tiempo al día para ejercitarte es mucho, para mantener tu cuerpo sano? ¿Crees que es más barato mal comer ingiriendo comida “chatarra” que cargar con una fruta y una torta de queso panela, jitomate, cebolla y aguacate?

Asistir con un nutriólogo te ayudará a aprender a comer, porque sabrás las necesidades de tu cuerpo, según tus actividades diarias. No te vayas deteriorando haciendo dietas que a la larga te traerán consecuencias.

Respecto al ejercicio, no hay ejercicio más barato que caminar, eso sí, darle su espacio en tu día, con ropa apropiada que te deje transpirar, además de unos buenos tenis, y ya está. A caminar unos 40 minutos tres veces a la semana es suficiente para mantenerse saludable. Lo ideal, cinco veces a la semana.

Si nunca has hecho ejercicio, comienza poco a poco, quince minutos y ve aumentado conforme tu cuerpo lo vaya resistiendo, como mencioné anteriormente el cuerpo es muy sabio y si no puedes más, tu reacción será cansancio o que te falta el aire. Esto te estará indicando que estás caminando muy aprisa para la condición que tienes.

Conforme vayas aumentando el tiempo y los días de caminata, te darás cuenta la condición que vas adquiriendo, además de tener mejor humor, mejor tez, menos estrés, mejor calidad de sueño, perderás grasa corporal, te mantendrás más activ@, y en unos tres meses, ya no dejarás de ejercitarte y seguramente buscarás otra actividad física para practicar.

Invierte en lo que necesitas para caminar, si no puedes ir a un gimnasio o club y en visitar a un nutriólogo. No te arrepentirás porque a la larga te saldrá más barato, sino lo crees haz cuentas: ¿cuánto cuesta una consulta médica? ¿Y si es con un especialista?, y ¿los medicamentos?

El dinero es un pretexto para decir que no alcanza para prevenirse de enfermedades. Porque se piensa que hacer ejercicio es para quienes no tienen que nada que hacer y comer balanceadamente, es caro, solamente lo pueden hacer las personas que tienen dinero.

Vuelve a hacer cuentas: ¿cuánto cuesta una cajetilla de cigarros, y las frituras, y los refrescos? Hay que hacer un comparativo de malos hábitos vs buenos hábitos, la respuesta la tienes tú.

Si te entusiasma la idea de mejorar tu salud, hazlo, no te detengas, no es fácil pero tampoco es imposible. Cuando quieras claudicar, recuerda que tu salud es ante todo, porque sin ella nada será igual.

Mientras te decides.

Sugerencias para ir obteniendo buenos hábitos

  • Si trabajas en un primer, segundo, tercero o más pisos, sube y baja las escaleras, por lo menos tres veces al día, esto además te servirá para activar la circulación y concentrarte nuevamente en el trabajo. ¡He visto en oficinas, como se utiliza el elevador para subir o bajar un piso! No lo hagas tú.
  • Si te da hambre entre comidas, y no llevas nada de casa, en lugar de comprar unas frituras prefiere fruta, (no jugo), una barra de granola, algunas nueces, almendras o pistaches, frutas deshidratadas.
  • Camina el tiempo que puedas hacerlo, es decir, no lleves tu auto si comes cerca de tu oficina, cuando regreses a trabajar te sentirás mejor y no somnolient@.
  • Cuando comas, puedes pedir que tu comida sea con menos grasa, por ejemplo: si es una carne, pídela asada, si son enchiladas, que no frían la tortilla. Mastica despacio, no te atragantes la comida.
  • Ingiere agua en lugar de refresco. El tomar agua ayuda a tu cuerpo a realizar mejor sus funciones, no estresas y no te cansas.  Si consumes refresco te ayudará, pero a que subas de peso.
  • En tu lugar de trabajo. Estírate cada dos horas, por ejemplo, eleva los brazos hacia arriba unos segundos, después hacia los lados, sentirás como tu sangre corre y te da nueva energía y por consecuencia, concentración en el trabajo.

Prevenir es lo importante, no esperes a enfermar y que sea por prescripción médica que tienes que comer tal o cual cosa y además tienes que ponerte activ@.

Seguramente si revisas tu horario, te darás cuenta que hay varias horas “muertas” en tu día, en las cuales puedes reacomodar tus actividades para dedicarte una hora e ir obteniendo el hábito del ejercicio y aunado a éste, el hábito del buen comer. Nutre tu cuerpo.

No olvides que México es uno de los países en donde cada día son más las personas enfermas de diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares, obesidad. ¡No incrementes la gráfica! Y si eres responsable de menores, no olvides que ellos repiten lo que ven.

Recuerda, cuida tu cuerpo, que es tu casa…

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