Si cumpliste con tus objetivos, felicidades, de no ser así, ¿qué te faltó?


Por Antonia García Gómez

En el tiempo que va de este año, ¿retomaste el camino para cumplir lo que no hiciste el pasado?

Se honest@ para que comiences con la elaboración de tu lista de nuevas metas, o en su defecto, concluir las pendientes.

Escribe y mantén a la vista una lista de lo que hiciste y de lo que te faltó, de esta manera la tendrás siempre presente. Ve tachando lo logrado, según las fechas que te has impuesto; te ayudará a mantenerte firme en el siguiente objetivo y no olvidar los siguientes.

Por ejemplo: si uno de tus objetivos anteriores era bajar de peso y no bajaste ni un gramo en estos meses, en tu lista tendrás anotado algo parecido a lo siguiente:

  • Mi alimentación no estuvo de acuerdo a mis necesidades calóricas
  • No incluí una actividad física a una intensidad moderada, mínimo tres veces a la semana
  • Hacía solamente una vez a la semana la actividad física
  • Tenía un régimen, pero no lo llevé a cabo
  • O, quería subir de peso pero no asistí con un especialista para saber qué hacer…

En general, si en tu lista aparece algo parecido a lo mencionado, te faltó realmente estar convencid@ del cambio que deseabas hacer. Todo cambio implica compromiso y cuesta trabajo adquirir un buen hábito, pero las ventajas bien valen la pena el intento.

Imagínate lo siguiente si te hubieras mantenido en lo que te propusiste

  • Haber bajado algunos kilos o los necesarios para estar en tu peso ideal
  • Haber intercambiado grasa por músculo, lo que te hace obtener mejor postura, mejor tono muscular, mejor apariencia.
  • Si tenías mal carácter, estarías disfrutando de estar menos estresad@
  • Tu piel luciría limpia, radiante, por mencionarte algunas ventajas de ejercitarte diariamente.
  • No enfermar tan fácilmente por los cambios de clima, ya que la buena alimentación y la actividad física te mantienen saludables.
  • Si tu meta era subir de peso, sabrías cuál es la razón por la cuál no lo has logrado y lo que debes de hacer para cumplir tu objetivo.  

Ponte las pilas y no divagues y te justifiques pensando… “bueno, nada más que pasen tales fiestas inicio…” Esto tal vez te lleve todo el año, ya que nunca falta que festejar.

Visualiza el siguiente ejemplo: si tu meta es eliminar grasa corporal y pensando que tu metabolismo pudiera eliminarla con una alimentación balanceada y ejercicio, haz cuentas de seis meses, por lo menos de un kilo por semana, pero suponiendo que no lo logras, que bajes mínimo un kilo por mes, ¿cuántos kilos en grasa corporal sumaste? ¡Qué te parece!

No esperes a que la hermana, amiga, tía, madre, prima, novi@, espos@, qué se yo, quieran llevar una mejor alimentación y ejercitarse, no, quien se enfermará si no se cuida serás tú, ¿por qué le dejas la responsabilidad de tu salud a otra persona?

La tabla que te sugiero te ayudará a que no pierdas de vista lo que te propones y llevando un control será más fácil no perderse en el camino

Objetivos

Cómo lograrlo

Metas

En cuánto tiempo

Logros

obtenidos

Qué faltó para llegar a la meta

Eliminar grasa corporal

Asistir con un nutriólogo

 

Incluir una actividad física aeróbica

Bajar colesterol malo

 

Bajar triglicéridos

Tres meses

 

Seis meses

 

Un año 

Bajaron poco los niveles

Asistí con un nutriólogo pero no seguí el régimen

 

No incluí actividad física

Fortalecer músculos

Ejercitarse en el área de pesas

Mantener un tono muscular

Seis meses

 

Tres meses

 

Un año

Cumplido

 

Intercambiar grasa corporal por músculo

Incluir una actividad física aeróbica

y

combinar con ejercicio de resistencia

Mejor postura

 

Mayor porcentaje en músculo 

Tres meses

 

Seis meses

 

Un año

Logré un 40%

No realicé una actividad física con resistencia

 

no combiné con una alimentación equilibrada 

Llenar una tabla, también es un hábito, el de planeación, y sirve para comprobar objetivos y metas y qué faltó para lograrlas. De esta manera se hace un replanteamiento si es necesario, o simplemente, se realiza lo que se omitió para llegar a ellas.

Recuerda que tu salud es lo más valioso que tienes y que no hay dinero que alcance cuando una enfermedad degenerativa te ataca. Antes de enfermarte con toda su fuerza, según la enfermedad que te esté atacando, tu cuerpo te manda mensajes de que algo pasa en ti, tal vez, dolor de cabeza, náuseas, baja de peso, incremento de peso, por mencionarte algunos síntomas.

No eches a la bolsa de la basura estos avisos, porque en lugar de padecer, puedes tener un mejor estilo de vida. No está de más decirte que también hay enfermedades que no envían mensajes, sino hasta que ya estás muy enferm@, por lo es necesario acudir al médico regularmente.

Si ya padeces de alguna enfermedad, sigue las instrucciones de tu médico que seguramente incluyen, además de medicamentos, la actividad física y la alimentación adecuada. No olvides que te ayudarán a sentirte mejor y no enfermar más.

Si te perdiste en el camino, regresa, si no te has propuesto ningún objetivo, ¿qué esperas?

Recuerda, cuida tu cuerpo, que es tu casa…

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