Hay cambios en tu estilo de vida que puedes hacer para no enfermar.


Escrito para Fitness por Ileana Aguilar Cervantes

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades crónicas (Diabetes Mellitus, las enfermedades cardiovasculares, y algunos tipos de cáncer) causan el 60% de las muertes en el mundo y se calcula que para 2020 la cifra ascenderá a 73%.

Esto nos habla de la importancia de tomar cartas en el asunto ya que de no revertirse esta tendencia los prestadores de servicios de salud de todo el mundo se verán rebasados.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS informan que la principal causa de muerte y discapacidad prematuras se debe a las enfermedades crónicas.

Dentro de los padecimientos que  aumenta significativamente las tasas de mortalidad en todo el mundo encontramos a los padecimientos cardiovasculares (enfermedades del corazón) la mortalidad por cardiopatías isquémicas y accidentes cerebro vasculares aumentará.

Desgraciadamente, México no es la excepción. En los últimos años las enfermedades del corazón ocupan los primeros lugares de mortalidad.

Para entender el desarrollo de estos padecimientos es importante conocer por qué se producen y  lo que podemos hacer para prevenirlos.

Los factores de riesgo se refieren a las circunstancias y características que aumentan la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Y entre ellos tenemos a los que podemos modificar y a los que no.

Entre los factores de riesgo que no podemos modificar tenemos:

  • la edad,
  • el sexo y la
  • genética

Dentro de los factores de riesgo biológicos que podemos modificar para disminuir el riesgo de enfermar tenemos:

  • exceso de peso,
  • la obesidad,
  • dislipidemias,
  • los niveles de glucosa en sangre,
  • la hipertensión arterial (elevación de la presión sanguínea)

Existen otros que tienen que ver con la conducta, los cuales puedes controlar, como el tabaquismo, los regímenes de alimentación poco saludables, el consumo de alcohol en exceso y sobre todo la actividad física.

En este sentido hablaremos del panorama del sedentarismo. El 30 a 60% de la población de Latinoamérica no logra realizar el mínimo de actividad física recomendado. Esto está explicado en parte al tipo de trabajo que se desempeña actualmente, horas y horas sentado enfrente de una computadora y el largo recorrido en un automóvil para desplazarse a las actividades diarias.

En  México: mas del 93% de la población mayor de 15 años no realiza actividad física o deporte que sea significativa para cuidar o mantener niveles básicos de salud.

Como se puede deducir, si se practica una actividad física constantemente y se mejora la alimentación, el riesgo de padecer enfermedades del corazón se puede reducir considerablemente. Así que si no tienes una actividad física programada en tu vida diaria es importante que empieces a considerar los beneficios que obtendrás para tu organismo, ya que no sólo puedes prevenir y controlar los padecimientos crónicos de los ya mencionados, sino además, la actividad física constante y sostenida también:

  • Disminuye los efectos y las complicaciones de enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemias, etc.
  • Mejora el estado anímico y psicológico
  • Reduce el tejido graso corporal.
  • Aumenta el gasto calórico.

Si nunca has hecho ejercicio y tus hábitos de alimentación no son saludables no será fácil empezar a cambiar  y mantenerse en disciplina, ya que son hábitos mentales que se tienen desde niños. ¿Cuántas veces has empezado una dieta y un programa de ejercicio? Seguramente más de una. Y te has preguntado, ¿por qué no lo puedes mantener?

Pues la razón es que tienes hábitos de vida muy arraigados que se han convertido en hábitos mentales difíciles de cambiar de la noche a la mañana. Tienes que hacer una reprogramación de tu mente, tomar el control de tu vida y tus decisiones para empezar a cambiar estos hábitos.  Necesitas buscar ayuda profesional.

¿Cómo lo vas a lograr?

Actualmente, existen programas integrales de tratamiento que incluyen técnicas para ayudar a mantener este estilo de vida saludable hasta integrarlo a tu día a día.

Estos programas están basados en:

  • Una buena asesoría nutricional personalizada que diagnostique exactamente el punto donde te encuentras y algo muy importante hasta donde quieres llegar.
  • La actividad física es muy importante, así que el tratamiento debe incluir un programa de ejercicio adecuado a tus necesidades, que considere qué nivel de condición física tienes (sin excesos), empezar de a poco para que tu cuerpo empiece a sentir los beneficios de esta vida saludable.
  • El cambio de patrones mentales se debe centrar en la forma que debes replantear tu estilo de vida. Esta parte del tratamiento te dará las herramientas necesarias para mantener tu voluntad de cambiar. Este apoyo debe ser proporcionado por un profesional de esta rama.

De esta forma, con la asesoría nutricional, de entrenamiento personalizado y apoyo para la reprogramación de tu mente, el cambio será más fácil, pero sobre todo permanente sin que esto signifique un sacrificio sobre humano para ti, poco a poco te irás dando cuenta de lo sencillo que es sentirte bien, en tu peso adecuado y con una salud mental  que te permita integrar poco a poco un estilo de vida diferente, que no solo te mantenga delgado, sino saludable.

Recuerda, el tiempo que no inviertas en tu salud mental y física irremediablemente lo invertirás en algún momento dado a tu enfermedad.

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