Mantener la composición corporal es primordial para estar saludables.


Escrito para Fitness por Ana Cecilia Becerril

El gasto energético diario de un adulto es la base de sus necesidades calóricas y está determinado por:

Tasa Metabólica Basal (TMB): Representa la cuota energética gastada en: mantenimiento de las funciones orgánicas, homeostasis corporal, estimulación del sistema nervioso simpático y mantenimiento de la temperatura corporal. Representa entre el 60-75% del Gasto Energético Total (GET).

Efecto Termogénico de la Dieta (ETD). Constituye el aumento en la producción de calor post-pandrial, dura varias horas y representa la energía requerida para la digestión, absorción, metabolismo de los nutrientes. Representa entre el 10-15% de la TMB.

Efecto Termogénico de la Actividad Física. Constituye el costo energético de cualquier actividad realizada por encima de las condiciones basales e incluye la actividad física espontánea; es altamente variable y se expresa con frecuencia como un porcentaje de la TMB o como múltiplo de la misma.

Índice antropométrico refleja el contenido graso y las reservas energéticas de un individuo, internacionalmente se reconoce al BMI como una medida válida para detectar sobrepeso y obesidad. El valor del BMI se obtiene al dividir el peso en kilos para la talla en metros y al cuadrado. El valor normal varía entre 18.5 y 25; si el valor es mayor a 25 se considera como sobrepeso, si es menor a 18.5 se considera como bajo peso o delgadez.

Debido a que la masa muscular es considerada como el mejor predictor independiente del gasto energético basal, es común la práctica de ajustar el metabolismo basal por unidad de masa muscular para comparar individuos de diferentes tamaños corporales o para estimar el metabolismo basal a partir de la composición corporal.

Sin embargo, el uso común de la relación TMB/masa muscular, que implica que la TMB es proporcional a la masa muscular y que esta contribuye de manera constante a la TMB sobre el rango completo de masa muscular desde cero no es totalmente cierto, y por esto incluir un modelo de regresión entre TMB y masa muscular pareciera ser mucho más preciso.

La edad, es una variable que ha sido ampliamente estudiada por su efecto en la relación masa muscular/metabolismo basal. Las ecuaciones de regresión, producto de la correlación entre MLG y TMB, presentan en promedio pendientes más bajas a medida que aumenta la edad; 

  • 79,18 Kcal./ kg/d para los niños (infantes y preescolares),
  • 28,35Kcal/Kg/d para los adolescentes y
  • 21 + 2,5 kcal/kg para los adultos.

Esto obedece a que en los grupos mayores (adolescentes y adultos), la MLG está asociada con una relativa mayor proporción de tejido muscular, o porción de la MLG metabólicamente menos activa, y una menor proporción representada por la masa de los órganos, porción más activa desde el punto de vista metabólico.

Las concentraciones de esteroides sexuales entre ambos géneros quizás jueguen un rol importante en la relación entre el gasto energético y la obesidad abdominal. Se ha reportado que el estradiol puede ser un determinante importante del gasto energético, mientras el rol de los andrógenos es limitado. 

Las variaciones en las concentraciones plasmáticas de androstenodiona contribuyen a la varianza interindividual en el gasto energético en mujeres y en sujetos con obesidad abdominal, y se han descrito niveles más altos de testosterona libre plasmática en la obesidad de tipo abdominal. Esta diferencia en el perfil hormonal pudiera explicar la diferencia en la TMB ajustada por edad, MLG y masa grasa entre los diferentes sub-grupos de obesos. Así también se puede explicar, el porqué los hombres tienen menos resistencia metabólica para disminuir el peso, en base a grasa y a las mujeres les cuesta mucho más trabajo el activar el metabolismo de las grasas.

A medida que envejecemos, la cantidad y distribución de estos componentes cambiará. La grasa cada vez se depositará más hacia el centro del cuerpo, incluyendo la región alrededor de los órganos abdominales. La proporción de grasa corporal puede aumentar hasta en un 30%.

Los hombres generalmente aumentan de peso más o menos hasta la edad de 55 años aproximadamente y luego comienzan a perderlo. Esto puede estar relacionado con una disminución en la hormona sexual masculina testosterona. Las mujeres por su parte generalmente aumentan de peso hasta los 65 y luego comienzan a perderlo. Dicha pérdida de peso es causada, en parte, por la pérdida de tejido muscular.

Por supuesto, la pérdida o ganancia de peso varía de persona a persona y la dieta y el ejercicio juegan un papel importante en estos cambios.

Por estas razones, la estrategia para preservar la masa muscular en edades avanzadas es incrementar la masa muscular y la fuerza en el paciente sedentario, lo que representa una importante forma para incrementar la independencia funcional y disminuir la prevalencia de enfermedades crónicas asociadas a la edad

  • El objetivo de una dieta apropiada es obtener y mantener la composición corporal deseada y una gran capacidad para el trabajo físico y mental.
  • Los requerimientos diarios de nutrientes esenciales dependen de la edad, el sexo, la estatura, el peso y la actividad metabólica y física.

Muchas dietas de moda proclaman su capacidad de intensificar el bienestar o reducir el peso corporal. Sin embargo, las dietas altamente restrictivas son, desde el punto de vista de la nutrición, nocivas: provocan deficiencias vitamínicas, de minerales y proteínas, así como trastornos cardiacos, renales y metabólicos, incluso la muerte.

Las dietas excesivamente hipocalóricas (menos de 400 calorías al día), no aseguran la salud por mucho tiempo.

Las necesidades energéticas son personalizadas, pero varían ampliamente entre las 1000 a más de 4000 calorías al día, dependiendo la edad, sexo, estatura y actividad física.

Cerca del 55% de las calorías deben ser administradas en base a carbohidratos, 15% de proteínas y 30% grasas.

Si la energía adquirida a través de los alimentos es menor a la exigida por el metabolismo, habrá una reducción de peso, en base a grasa y masa muscular.

Así mismo hay que hidratar el cuerpo, pero también se debe evaluar la cantidad requerida por cada metabolismo, pero varía entre 1 litro y 1 ½ litros de agua diarios, repartidos en los tres alimentos, para evitar la sobre hidratación y la dilución de sales y minerales.

Siempre es bueno acudir con un médico o un nutriólogo, para que nos propongan regimenes dietéticos que satisfagan las necesidades nutricionales básicas para mantener la salud.

Scroll to top