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Cada parte del cuerpo tiene un "combustible" que lo hace funcionar.


Por Redacción Fitness

La glucosa es importante para el cerebro porque es el combustible que le permite trabajar en forma adecuada, afirmó Lourdes Massieu Trigo, investigadora del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM.

“La mejor es la que obtenemos de una alimentación equilibrada y del propio organismo humano mediante diversos procesos", indicó.

La necesidad de mantenerlo con el "combustible" adecuado es que este órgano trabaja todo el tiempo, no tiene reposo ni cuando dormimos. "Es un órgano muy irrigado, que envía y recibe señales de forma permanente, se explicó.

Una alimentación equilibrada ayudará que se mantenga en adecuado funcionamiento.

“Aunque su peso es mucho menor al peso total de nuestro cuerpo: representa sólo el dos por ciento y pesa entre 1.3 y 1.5 kilogramos, aprovecha el 20 por ciento de la energía metabólica total del cuerpo y consume 25 por ciento de toda la glucosa que comemos”, remarcó.

Comparando, la energía consumida en el cerebro es igual a la que gasta el músculo de una pierna de un corredor de maratón.

Cuando tenemos un estímulo visual específico y ponemos atención, el área cerebral de la corteza occipital, que recibe los estímulos visuales, utiliza más glucosa. También hay un aumento en el flujo sanguíneo cerebral, pues la glucosa llega al cerebro por la sangre, porque no la metaboliza.

"El cerebro es dependiente del suministro de glucosa, y cuando se interrumpe por la presencia de un coágulo, o si disminuye la concentración sanguínea de glucosa por la administración de insulina, ocurre muerte neuronal selectiva", indicó la especialista.

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